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28 de marzo, 2024

Basura. No hicieron obras pero si las cobraron.

Se analizaron obras a partir de fondos de los Programas Municipales para la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (Girsu) entre 2013 y 2015 y comprobaron serios incumplimientos.

Por esta causa ya desfilaron por Comodoro Py  Aníbal Fernández , Jorge Capitanich y Juan Manuel Abal Medina, y se espera que casi un centenar de intendentes sean llamados a indagatoria.

Auditores de la Sigen y del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable visitaron distritos, y en algunos de ellos, como Quilmes y Río Gallegos, comprobaron que las obras que debían realizarse con fondos nacionales brillaban por su ausencia. Así lo confirmó Javier Fuego Simondet en su nota para “La Nación“.

En 2012, la municipalidad santacruceña solicitó fondos para instalar “una planta de transferencia, clasificación, compactación y acopio de residuos“. La resolución 198 de la Jefatura de Gabinete, del 30 de diciembre de 2013, “aprobó un desembolso de $ 25.176.903,60“. Luego se pidió por un segundo desembolso de “$ 34.278.245,25“.

Por ese entonces, el intendente de Quilmes tenía proyectado instalar “una planta de separación y clasificación de residuos inorgánicos y la compra de 4 camiones con caja volcadora“. El proyecto insumía $ 10.588.780 del plan. El 27 de enero de 2015, la municipalidad pidió “una prórroga de 6 meses para la ejecución y rendición del programa” e informó que “por circunstancias ajenas a la voluntad del municipio” el proyecto no había arrancado, por no disponer de un predio para la planta.

Para la Justicia, según se desprende de la investigación que llevan adelante el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Rívolo, el destino de los fondos en la mayoría de los municipios no está claro. Es considerado un delito de malversación de caudales públicos.

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