La elevada actividad incendiaria que registra Galicia desde principios de octubre se agravó este fin de semana, con 80 incendios entre este sábado y las primeras horas del domingo. Uno de ellos de grandes dimensiones que arrasó 1.500 hectáreas en las municipalidades pontevedreses de Ponteareas, Redondela y Pazos de Borbén.
La Xunta de Galicia insiste en que todos estos fuegos tienen “clara intencionalidad” y violencia. Llama la atención sobre el hecho de que hay fuegos iniciados en el norte de Portugal que han avanzado hasta llegar a zonas muy próximas a la frontera con la comunidad y obligaron a multiplicar los esfuerzos para evitar que sigan propagándose y afecten a los montes españoles.
En este momento trabajan contra los incendios unas 350 brigadas, 220 motobombas, cuarenta palas y una veintena de medios aéreos además de 160 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), apoyados por 18 motobombas y 6 nodrizas, mientras esperan 100 refuerzos.