La autopsia reveló que Anahí no fue enterrada viva sino que murió, el miércoles 2 de agosto, por sofocamientos tras recibir un golpe frontal en la cabeza. No encontraron tierra en las vías respiratorias por lo que creen que fue ahoga de forma manual.
No descartan que a la adolescente le hayan dado algún alucinógeno para poder controlarla mejor y se encontraron hongos en el patio de la casa de Marcos Bazán, único sospechoso. “Yo los cultivo, también marihuana”, dijo este quien atribuyó el asesinato a un “hombre encapuchado” que vio cerca de su casa y la zona en que se encontró el cuerpo. “Yo me quedé muy preocupado, volví antes del trabajo porque pensé que me había robado”, agregó en su declaración.
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