Juan José Vargas, el padre de la medica que murió al caer de un parapente, se reunió con Ariel Salazar, el instructor que volaba junto a su hija.
“Le pedí que aclare como fue el accidente”, contó Vargas al diario tucumano La Gaceta después de una reunión de 1 horas y media con el instructor en una estación de servicio. “Le pedí, como padre, que reconociera el accidente y se retractara de las barbaridades que dijo en un primer momento”, dijo refiriéndose a las primeras declaraciones del instructor en donde dijo que Natalia, la medica, había entrado en pánico y tocado un botón que provocó que se desprendiera su equipo.
“Le dije que lo perdonaba y que entendía que no tuvo la intención de asesinarla, pero que era responsable y se tenía que hacer cargo de su muerte”, dijo y pidió que Eduardo Deheza, el instructor que volaba en otro parapente, de su versión de los hechos.
Por su lado Salazar admitió que “no le colocó las perneras”, un dispositivo que sujeta las piernas. “Tiene también gran parte de la responsabilidad, ya que no cumple con las medidas de seguridad necesarias para realizar ese tipo de actividades“, contó Vargas señalando a la organización Loma Bola Parapente como culpable al mismo tiempo que el instructor por negligente.
Mientras tanto la Justicia investiga el equipo que utilizó la victima y buscan una cámara con la que habrían grabado momentos previos al salto.
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