Un nene de 5 años se vio atrapado en una entradera en su casa de Caleta Olivia, Santa Cruz. En cuanto entraron los delincuentes el niño, sin que le digan nada, se arrodillo y puso las manos detrás de la cabeza como acto reflejo.
Los 3 ladrones entraron en su casa cuando estos se disponían a comer y forcejearon con el tío del niño. Uno de los disparos le rozó el hombro pero logró sacarlos de la casa sin que se llevaran nada. El nene estuvo media hora sin hablar. “Tengo miedo”, fue lo primero que dijo.
“No se llevaron ni reclamaron nada”, explicó el tío. La familia buscará asistencia psicológica para evitar que le queden traumas al niño.
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