Un total de 23 detenidos en la comisaría 2da de Bernal, partido bonaerense de Quilmes, denunciaron malas condiciones de alojamiento en los calabozos, se amotinaron y quemaron colchones para exigir el traslado a otros centros penitenciarios.
A raíz del hecho acudieron a la comisaría personal del servicio de asistencia médica, Bomberos, y efectivos del cuerpo especial de la Policía Bonaerense y del Ministerio Público de la provincia. Familiares y testigos del hecho se ubicaron cerca de la puerta de la seccional. Según trascendió, los presos estaban alojados en un lugar con capacidad para solo seis personas.
Hugo Guerrero, abogado de uno de los detenidos, declaró: “No fue un motín, fue un reclamo por la superpoblación en los calabozos”. Luego agregó que todos se encuentran “en perfecto estado de salud”.
Después de siete horas la situación se normalizó y la policía trasladó a nueve de los detenidos a otras dependencias. En cuanto a los otros 14 arrestados, sus lugares de destino se definirán en las próximas horas. “Los internos eligieron las comisarías o penales donde querían ir porque hubo predisposición para resolver al problema”, explicó Guerrero.
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