Nicanor Quinteros, un niño de 12 años de la localidad de Pocito, San Juan, conmueve con su historia a todos los argentinos.
Fundó en el fondo de la casa de su abuela un espacio, la escuela de “el Nico”, con división de grados, pizarrones, libros para sus alumnos, armarios, botiquín de primeros auxilios, una dirección y una campana para el recreo. Los alumnos de la “Escuela Patria Unidad” cantan el himno nacional acompañados de un reproductor casero atado con alambres.
Esta acción la desarrolla como “ayuda escolar” para no tener inconvenientes con presencia del distrito escolar. La figura que lo exceptúa de cualquiera intervención es la de ayuda escolar.
La acción de Nico es ejemplificadora, mostrándonos la otra Argentina, la colaborativa, el poder pensar en los que menos tienen no solo en lo material, sino en las posibilidades de estudio, de progreso, de acompañamiento a sabiendas que “la educación” es primordial para crecer como Nación. Nico tiene sólo 12 años y mucho para enseñarnos.