“Los UVA son una estafa y le hicieron perder la confianza en el crédito a la gente”
El referente del sector inmobiliario cuestionó duramente el instrumento para compra de viviendas lanzado hace dos años. Lo comparó con la circular 1050 que en 1980 hizo perder sus casas a miles de poseedores de hipotecas. “Es un negocio financiero antes que una herramienta para el sector inmobiliario y la gente que quiere tener su propiedad”, cuestionó Donsanto quien indicó que, por este motivo, las operaciones inmobiliarias realizadas por la vía del financiamiento se derrumbaron un 95 por ciento. “Estamos en los mismos niveles de 2001/2002”, remarcó.
“Los UVA son una estafa porque atienden antes que nada a intereses económicos y no a la función natural del crédito de ser la herramienta con que deben disponer quienes necesitan una vivienda o el sector inmobiliario para funcionar de modo armónico”, afirmó Juan Carlos Donsando.
El representante de la entidad que nuclea a casi 10.000 agentes inmobiliarios bonaerenses cargó contra la línea de créditos hipotecarios presentada por el Gobierno nacional a principios de 2017 por considerarlos inviables. “Es imposible que alguien pueda pagar un crédito donde se le ajusta el capital y, aparte, tiene un componente ligado con la inflación. Así, quienes tomaron un crédito de un millón de pesos, hoy, después de apenas dos años, deben tres millones. El mismo incremento se dio con las cuotas. Esta combinación los volvió impagables”, sostuvo el titular de Martilleros BA.
Estos créditos se definen por un coeficiente, el UVA (Unidad de Valor Adquisitivo), que ajusta las cuotas y el capital del monto prestado con una tasa nominal anual fija, más el ajuste por inflación. Esto llevó a Donsanto a sostener que “para los que tenemos memoria fue inevitable asociarla con la circular 1050 y por eso sostuvimos desde el principio que este esquema tornaba impagables los créditos y por tanto se estaba ante una estafa”.
La circular 1050 es tristemente célebre por haber hecho perder sus casas a miles de familias. La puso en marcha en 1980 el entonces ministro de Economía de la Nación, José Alfredo Martínez de Hoz. Era un instrumento de actualización de los créditos por inflación. Como el índice de precios de entonces (como ahora) superaba ampliamente el incremento de los ingresos de los tomadores de los créditos, miles cayeron en mora y terminaron con sus propiedades ejecutadas.
“Por eso desde el sector propusimos que los créditos se ajusten al salario, como ocurre en muchas partes del mundo y no en base todas estas fórmulas matemáticas que lo que hacen es favorecer un negocio financiero, que es el único segmento exitoso en este contexto económico”, remarcó Donsanto.
La situación creada, agregó el referente de los Martilleros, hizo que las operaciones inmobiliarias realizadas vía crédito “cayeran hasta un 95 por ciento”. “Estamos en los mismos niveles que en 2001 y 2002”, enfatizó. Donsanto agregó que “aparte de perder un sinnúmero de operaciones” de estos “surge una situación que hace más compleja la situación: la pérdida de confianza de la gente en el crédito, que es una herramienta que funciona en todo el mundo y es vital para el sector inmobiliario pero acá se ha convertido en una estafa con los UVA”.
Para concluir la descripción del escenario que afronta el sector inmobiliario, el Presidente del Colegio de Martilleros de la Provincia indicó que “las operaciones al contado, según datos oficiales, cayeron entre un 50 y un 60 por ciento”. Y en alquileres la situación no es mucho más alentadora. “Hoy nos encontramos que aunque la rentabilidad para los propietarios es la más baja de la historia, también es difícil alquilar. Estos contratos aumentaron un 30 por ciento mientras que la inflación lo hizo el 54 y el costo de vida un 60 por ciento. Es que el mercado no puede asumir ese incremento de inflación porque aumentó todo y lo que menos aumentó fueron los salarios, las jubilaciones, las pensiones….”, concluyó Donsanto.
Volviendo a los UVA, el Presidente de Martilleros BA también criticó los argumentos dados desde el gobierno para justificar los fuertes incrementos de cuotas y montos a pagar. “Decirle a los tomadores de UVA que no tendrían por qué quejarse porque el capital que tomaron hoy se multiplicó dos o tres veces por el incremento del valor de la propiedad, es perder de vista que quien tomó esos créditos lo hizo para comprar su hogar. Y a esa persona le importa poco si su casa vale hoy dos o tres veces más. Lo único que les interesa es tener su casa y poder pagar la cuota para sostenerla”.
Para concluir, Donsanto describió el panorama en el sector inmobiliario como de “desilusión, angustia y desesperanza. Espero que se tome nota de algunas cuestiones y no se nos siga repitiendo que hay que aguantar, que este es el camino porque no es así: está demostrado que este no es el camino”.
Sin embargo, se mostró optimista hacia el futuro. “El mercado inmobiliario reacciona rápido porque hoy tenemos un faltante de 4 millones de viviendas y si sumamos las que tienen algún grado de obsolescencia, se llega a un déficit de 9 millones. Hay necesidad de la vivienda. La necesidad está. Potencialmente es un mercado muy grande. Pero necesitamos recobrar las herramientas como el crédito, recuperar la confianza y que se generen políticas para incentivar todo esto”, concluyó Donsanto.
Por
Juan Carlos Donsanto
Presidente del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de la Provincia de Buenos Aires (Martilleros BA).