Luego de las protestas en varias ciudades del país contra el aislamiento obligatorio, el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, ratificó hoy que la cuarentena es la “única forma” de evitar la expansión del coronavirus en el país.
“Estamos dispuestos a escuchar y a revisar si hubo alguna arbitrariedad en el marco de la pandemia. Entendemos el reclamo, pero queremos que se sepa que el coronavirus es democrático para expandirse, pero profundamente clasista cuando hay que contar las muertes”, dijo Cafiero en diálogo con radio Mitre.
Fuente: LA NACION – Crédito: Fabián Marelli
31 de mayo de 2020 • 10:06
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Estas declaraciones son discriminatorias de un populista que sólo considera “personas” a los pobres. Catalogar a la muerte selectiva de los que menos tienen es una utilización política despreciable, como si un muerto rico no fuera un muerto como los demás. Con el coronavirus, a la muerte no se la pude coimear, tampoco se puede comprar la vida teniendo dinero. Con esta división, que con el gobierno anterior era la grieta, el gobierno y sus representantes se han convertido en los adalides de la defensa de los que menos tienen. Viejo argumento sobre el “pobrismo” que es “clientelismo” a la hora de votar.
Para Cafiero, si los muertos del lado de los pobres son más que el de los ricos, es por culpa de los ricos, a los que también hay que hacerles pagar un impuesto por sus bienes. O sea, si los muertos son del lado de los pobres, la culpa es de los ricos porque viven bien. Cafiero deja entrever que los que habitan hacinados es culpa de los ricos, no diciendo que los peronistas y kirchneristas, habiendo tenido poder para cambiar la realidad, se quedaron en adoraciones personales en vez de beneficios colectivos.
Cafiero tampoco habla de los que se quedaron con la plata del pueblo y están libres, vivitos y coleando, están protegidos por su bienestar.
Realmente la opinión del Jefe de Gabinete es una obediencia ideológica repetida casi a diario, como caballito de batalla de los salvadores de la Argentina, sin virus y con coronavirus. Lo que ignora Cafiero, es que en el cementerio es donde hay democracia, porque todos son iguales porque está muertos.
INVITADA
Martha Wolff
Periodista y escritora
