La radio es la magia de las palabras que se abren en imágenes ante el oyente. Ese oyente que descifra entre lo que escucha y piensa un mundo de noticias e información para saber dónde vive y lo que pasa en su entorno y en el mundo.
La radio es el lugar en el que el que habla deja abierta la válvula de sus pensamientos para trasmitirlos y no hay marcha atrás. Cuando se abre el micrófono se disparan lo acumulado en los laberintos de la mente guardados o acumulados en toda una experiencia de vida y lo leído y aprendido más el aditivo de su propio mensaje.
La radio es un misterio porque el que habla no sabe a quién le llega, a quién le hace bien lo que se dice pero lo que sí es cierto que fue y es una gran compañía. Para mis padres que fueron inmigrantes fue un medio de aprendizaje del castellano. Sus novelas y programas eran escuchadas de rigor. Los efectos de sonido para ambientar los argumentos hicieron que se sintieran parte del drama o de la comedia que seguían día a día.
La radio ha sido la gemela inseparable de tanta gente y que al fallecer debería haber un anuncio diciendo que la emisora perdió un oyente ya sea por soledad o porque era su pareja preferida.
La radio sigue vigente con tanta competencia entre los celulares, las computadoras y la televisión que son visuales, y ella solita, desde capacidad de abarcar como en un mapamundi tantas voces, es una amiga a la que la tecnología no pudo hacer callar.
Mis años de radio fueron y son de felicidad porque antes de comenzar el programa siento siempre una gran responsabilidad y después un alivio de encontrarme con tanta gente desconocida y cercana a la vez, de haber dado mi mensaje, de haber aportado algo más a la sociedad. Es tanto el amor que tengo por ser una mujer de radio que al no poder ir al estudio a grabar, lo hago en el baño de mi casa y lo envío, el equipo que lo edita y yo sigo en el aire. Me fascina la radio como una zigzagueante voz que sale de mi garganta para encontrarme sola frente a un micrófono y al servicio del arte de hablar para los demás. Es como digo cuando termino un programa: ¡Gracias señora y señor y los espero en el aire la próxima semana! Una cita en el espacio que nos rodea, una cita a la que hay que llegar a horario porque algún enamorado de lo se dice nos está esperando….
INVITADA
Martha Wolff
Escritora y periodista