Santo en la Web y en la Red

21 de noviembre, 2024

MARTHA WOLFF. Soy una mujer de radio.

La radio es la magia de las palabras que se abren en imágenes ante el oyente. Ese oyente que descifra entre lo que escucha y piensa un mundo de noticias e información para saber dónde vive y lo que pasa en su entorno y en el mundo.

La radio es el lugar en el que el que habla deja abierta la válvula de sus pensamientos para trasmitirlos y no hay marcha atrás. Cuando se abre el micrófono se disparan lo acumulado en los laberintos de la mente guardados o acumulados en toda una experiencia de vida y lo leído y aprendido más el aditivo de su propio mensaje.

La radio es un misterio porque el que habla no sabe a quién le llega, a quién le hace bien lo que se dice  pero lo que sí es cierto que fue y es una gran compañía. Para mis padres que fueron inmigrantes fue un medio de aprendizaje del castellano. Sus novelas y programas eran escuchadas de rigor. Los efectos de sonido para ambientar los argumentos hicieron que se sintieran parte del drama o de la comedia que seguían día a día.

La radio ha sido la gemela inseparable de tanta gente y que al fallecer debería haber un anuncio diciendo que la emisora perdió un oyente ya sea por soledad o porque era su pareja preferida.

La radio sigue vigente con tanta competencia entre los celulares, las computadoras y la televisión que son visuales, y ella solita, desde capacidad de abarcar como en un mapamundi tantas voces, es una amiga a la que la tecnología no pudo hacer callar.

Mis años de radio fueron y son de felicidad porque antes de comenzar el programa siento siempre una gran responsabilidad y después un alivio de encontrarme con tanta gente desconocida y cercana a la vez, de haber dado mi mensaje, de haber aportado algo más a la sociedad. Es tanto el amor que tengo por ser una mujer de radio que al no poder ir al estudio a grabar, lo hago en el baño de mi casa y lo envío, el equipo que lo edita y yo sigo en el aire.  Me fascina la radio como una zigzagueante voz que sale de mi garganta para encontrarme sola frente a un micrófono y al servicio del arte de hablar para los demás. Es como digo cuando termino un programa: ¡Gracias señora y señor y los espero en el aire la próxima semana! Una cita en el espacio que nos rodea, una cita a la que hay que llegar a horario porque algún enamorado de lo se dice nos está esperando….

INVITADA
Martha Wolff
Escritora y periodista

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