Conmovedor mensaje de Silvia Irigaray. Su hijo y 2 amigos victimas del “gatillo fácil”.
No fue nada fácil, pero doy gracias a Dios haber tenido la fortaleza para calmar el dolor y renacer cada día.
Aquel 29 de diciembre de 2001 fusilaron los cuerpos de Maxi, Cristian y Adrián en una estación de servicio del barrio de Floresta. El asesino Juan de Dios Velaztiqui, un suboficial de la policía federal (con muchos conflictos) fue incapaz de pedir perdón.
No se nace resiliente ni se adquiere en el desarrollo de nuestras vidas; yo elegí no quedarme en el lugar de víctima, ni chapotear en las heridas. Desde aquel día atesoro el “último beso” y agradezco los 25 años que disfrutamos juntos en familia.
Cómo si presintiera que moriría joven, dejó todo en orden y expresó en su DNI la voluntad afirmativa de ser “Donante de Órganos y Tejidos”. Alguna vez leí que, lo que se hace en la vida, tiene eco en la eternidad, como padres cumplimos con su deseo.
Al donar los órganos de Maxi sentí que se había convertido en un héroe, me ubicó en un lugar de lucha; pude huir del desgano y también de la tristeza…encontré sentido al sin sentido de su muerte. Concientizar y ayudar a vivir es el camino que elegí.
Cada uno de nosotros tiene más posibilidades de ingresar a una lista de espera, que ser donante real luego del fallecimiento. Tanto la donación de sangre, como la de órganos y tejidos, se trata de un acto solidario, voluntario y altruista.
Las vueltas de la vida hicieron que conozca al Juez de Garantías Gabriel Vitale. Nos dimos cuenta que en este tema había mucho por hacer, a partir de allí pudimos observar todos los obstáculos que se planteaban dentro del actuar Policial y de la Justicia, con esa información fuimos elaborando un protocolo que supiera de alguna manera, sobrepasar cada una de esas problemáticas, para asegurar el cumplimiento de la Ley nacional a los efectos de asegurar la donación de órganos y la vida, de una manera más eficiente.
Logramos el Primer Protocolo de Actuación para las Fuerzas Policiales en procesos de ablación e implantes de órganos y/o tejidos humanos en “casos de muerte traumática”.
INVITADA
*Hijo tu muerte fue muy injusta, pero le brindaste a otras personas una segunda oportunidad para vivir mejor. ¡No fue tu final! Silvia Irigaray, mamá de Maximiliano Tasca Cofundadora de la Asociación Civil Madres del Dolor.
