Santo en la Web y en la Red

21 de noviembre, 2024

Juan Pablo Chiesa. Los dos pilares sociales: educación y trabajo.


La educación y el trabajo funcionan en todo el mundo, como articulación permanente para que un país sea moderno y próspero. Argentina, tiene una deuda enorme en materia de trabajo, de generación de empleo, e indubitadamente de Educación.

Lamentablemente, hoy vemos poca decisión y creatividad en las políticas públicas que tienen que ver con estas dos áreas centrales. En cambio, se busca dividir permanente a las clases sociales y se diluyen valores como el trabajo.

La división de un pueblo con aforismos como Verde Vs Celeste; Macri Vs Cristina; Feminismo vs Patriarcado; Trabajador vs empleador, etc. arengan la formación de colectivos de personas que dañan, agrietan e introducen conflicto en la sociedad.

Con veinte años de trabajo en el sector privado, fue que en el año 2019 decidí subirme al cuadrilátero político e intentar que la sociedad piense diferente.

Mi sistema de valores se basa en el orden, la estabilidad, la armonía, el respeto y el virtuosismo de los mejores. La obediencia filial, la educación, la justicia, el respeto inalterable de la jerarquía, el mérito propio y el gobierno de los mejores, son pilares medulares para el progreso de toda Nación. Si el gobernante es virtuoso, el pueblo imitará su ejemplo, siguiendo el modelo padre/hijo.

Cuando hablo de educación, el objetivo es inculcar humanidad a través de comportamientos normativos, para que los alumnos puedan realizar y ampliar su camino. Considero que la forma en que los seres humanos mejoran sus relaciones entre sí y desaparece la distinción de clases sociales, es a través de la educación, el aprendizaje y la comprensión.  Esto significa que es a través de ella que pueden entender mejor el mundo y su lugar en él.

Cuando hablo de trabajo, sostengo que es la política pública más inclusiva. Hoy el mundo atraviesa una nueva revolución tecnológica con cambios vertiginosos que suceden en casi todos los ámbitos de la vida humana, cuya velocidad y originalidad sugieren que la llamada Cuarta Revolución Industrial no es la mera continuación o profundización de las tres anteriores, si no algo mucho más profundo.

Vivimos en un nuevo mundo. La educación, la creatividad, la innovación tecnológica, la ciencia y el capital humano, se desarrollan a una velocidad nunca vista. En un futuro cercano estos procesos van a separar a los países que abdiquen del conocimiento y de las nuevas tecnologías, de aquellos que inviertan en ellas.

BASTA de conflictos laborales, BASTA de alimentar la industria del juicio, BASTA de enfrentar trabajadores con empleadores que no son más que partes inseparables del mismo mecanismo virtuoso, emprendedores y argentinos que producen y que no quieren depender de nadie que no sea de ellos mismos, ni que su progreso no sea sino el fruto de su propio esfuerzo.

INVITADO
Juan Pablo Chiesa
Abogado Laborista. UBA. Magister en Empleo y en Políticas Públicas.
Dirigente político y Presidente de Ap´titud Renovadora.

Seguir leyendo