Nuestro Señor Todopoderoso, ha creado diferentes tipos de animales.
Un tipo para que la gente use como transporte, caballos, camellos, animales de cuatro patas, para que la gente los use para viajar. Ese es un tipo de animal. Dios ha creado otro tipo de animales para que la gente se alimente, cómo vacas y ovejas. Dios los ha creado para que la gente se alimente.Dios ha creado otro tipo de animal que es la mujer, ella es igual a la vaca y la oveja, ellas son animales. Dios las ha creado para que el hombre las use.Dios las ha creado similares al hombre para que el hombre no les tema. Fuera de eso, la mujer es igual a la vaca, la oveja, los caballos y las mulas.
Estas declaratorias blasfemas fueron dichas por el ayatolá iraní Ruhollah Musavi Jomeini, (24 de septiembre de 1902- Teherán, 3 de junio de 1989), fundador de la República Islámica de Irán, líder supremo de su país, una posición privilegiada creada en la Constitución de la República Islámica como la autoridad política y religiosa del más alto rango de la Nación, cargo que ocupó hasta su muerte. Y a sus frases las he resaltado con negro porque son lapidarias como la muerte
para la vida de las mujeres iraníes y como concepto universal. Esa calificación es la estratificación de su mente perversa habiéndose considerado un Dios sobre la Tierra con poderes absolutos, dueño de la vida y de la muerte de sus fieles y enemigos, y un depredador de la condición femenina. Pero entre sus despreciables palabras, la de considerar a la mujer un animal demuestra que así fue parido. Esta enunciación demuestra que él es un animal al haber nacido de un animal. Es decir, haber sido alumbrado entre vacas y ovejas y condenado a vivir en un establo, rumiando, comiendo y defecando en el mismo lugar y teniendo relaciones como sus
congéneres sin conocer el amor. Y por ende el acto sexual para él fue entonces un acto impulsivo y reproductivo con animales para usarlas, para satisfacer sus necesidades, lo que demuestra su grado de ser animal para rebajar a la mujer como un objeto, para la reproducción, para descarga.
Pero cuando él afirmó que Dios las había creado similares para no temerles. ¿Y por qué no temerles? Porque al no ser pensantes están ahí, para descargar su libido, su superioridad, su semen, en una creación divina opuesta al pene que es la vagina para depositar su instinto sexual al paso, justificando su superioridad machista.
Gracias a los medios de comunicación que atraviesan el aire y en nubes de información, han derribado lo imposible en posible. La mataron a Masha Amini y hubo movilización de las mujeres indignadas ante la brutalidad y la ciega obediencia y también en rebelión incendiaron la casa del ayatollah Jomeini.
Las mujeres iraníes están en pie de guerra para defender sus derechos como pueden después de tanta discriminación. Nunca fue fácil pero no imposible.
El haber leído lo que estoy analizando, aunque esté ya muerto, me convierte en una luchadora de la palabra contra un político religioso que se convirtió en un reptil venenoso que contagió con su hiel a tantas mujeres que no pudieron tener una vida digna.
INVITADA
Martha Wolff
Periodista y escritora