También atacó al hijo.
Un joven de 21 años fue detenido acusado de asesinar de 35 puñaladas a una mujer en su vivienda.
Nicolás Ezequiel Medina-se habría “obsesionado” con la víctima, Marisa Colimán, de 44 años.
Medina, quien quedó imputado con prisión preventiva, era amigo de Oscar Kuhn (18), uno de los cinco hijos de la víctima, al que también atacó a puñaladas tras cometer el crimen.
Según el hermano de Colimán, al tocar la puerta de la vivienda, Medina “le pidió a Oscar permiso para quedarse a dormir en la casa de ellos” y el muchacho le dijo “tirá un colchón en el piso y quedate”, mientras la mamá dormía.
Medina le dijo de “tomar una cerveza” y el sobrino de Carlos le indicó que le diera “la moto” para ir a comprar un envase, pero el acusado le respondió que no la había llevado.
“La tenía escondida como a 200 metros a la moto, o sea lo tenía planeado todo esto”, aseguró el hermano de Marisa.
AOscar se fue en bicicleta a comprar la bebida y regresó los 10 minutos.
En ese lapso de unos 10 minutos, para la fiscal Analía Álvarez el agresor cometió el asesinato de Colimán luego de trabar la puerta con un tronco desde adentro para intentar abusar sexualmente de ella, “al punto de bajarle hasta media pierna las dos calzas que ella tenía puesta”.
El agresor utilizó un cuchillo tipo Tramontina y la atacó sobre la cama, tras lo cual la mujer intentó escapar de la vivienda pero una vez afuera recibió más puñaladas que le provocaron la muerte.
“Le metió más de 30 puñaladas, dos garrotazos en la cabeza. Cuando llega mi sobrino empieza a llamarlo y él lo ataca directamente, le dio cinco puñaladas en la cabeza, le corta los dedos, mi sobrino alcanza a escapar porque le mordió una tetilla y fue a pedir ayuda a la estación de servicio Puma que está a 50 metros”, relató Carlos.
“Primero detienen a mi sobrino porque cuando llegó a la casa encuentra a su mamá tirada, el chico lo ataca a él y pelean y se llenan de sangre porque le hace varios cortes. Va a pedir ayuda a la estación de servicio y la Policía se lo lleva”, resaltó su tío, y añadió: “A Oscar lo llevaron a curar pero no fueron graves las heridas, durante el día declaró tres veces y siempre dijo lo mismo, mientras que Medina cambió el relato hasta que en la última confesó”.
Pasó en la localidad rionegrina de Luis Beltrán.