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16 de septiembre, 2024

Acusado de secuestrar a su familia. Durante años los estuvo encerrados en la casa.

Las víctimas son una mujer de 53 años, su hija de 32 y su hijo de 21

Un hombre fue acusado de haber mantenido cautivos durante años a su esposa y a sus dos hijos


El sospechoso, de 52 años, enfrenta cargos por privación ilegítima de la libertad, aunque “se está investigando ampliar la calificativa”.

Las víctimas son una mujer de 53 años, su hija de 32 y su hijo de 21. Se cree que el acusado los controlaba y manipulaba de diversas formas, impidiéndoles salir o comunicarse con el exterior desde hace al menos seis años.


Todo comenzó hace cerca de una década, cuando la madre y sus hijos empezaron a distanciarse progresivamente de su entorno social, no por voluntad propia, sino “a causa de las actitudes de él”.

La situación de aislamiento se fue agravando hasta el punto de que “hace seis años que no salen de la casa, no hablan con nadie, ni siquiera abren la puerta”, según los investigadores.

“Él vivía en otro lugar y les llevaba la comida tres veces al día. Iba a controlarlos”, aseguraron los investigadores.


Durante todo ese tiempo, las víctimas no tuvieron contacto con los vecinos ni acceso a trabajo o educación. No usaban redes sociales y en la propiedad donde se alojaban no había televisor ni radio.

Nadie en los alrededores sabía de su existencia, a pesar de estar en una zona lejos de ser despoblada, cerca de una farmacia, un paseo y una iglesia.

Las autoridades tomaron conocimiento de la situación a partir de una denuncia presentada por un familiar hace dos meses. Luego de recolectar pruebas, la Justicia dispuso un allanamiento en el lugar.

Los policías que participaron en el operativo encontraron a las víctimas en desnutridas y con graves secuelas psicológicas debido al encierro y al sometimiento.

Desde su rescate, la mujer y sus hijos han recibido atención de un equipo de psicólogos y trabajadores sociales, con el objetivo de ayudarlos a relatar sus experiencias en un entorno seguro. Además, perfiladores y criminólogos de la policía provincial continúan trabajando en el caso.

Pasó en Fernández, ubicada a unos 45 kilómetros de la ciudad de Santiago del Estero.

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