Eran 4 delincuentes.
2 jubilados fueron atacados por una banda de ladrones que los interceptaron en la puerta de su casa y los golpearon para robarles desde sus pertenencias personales hasta su auto.
La pareja de jubilados llegaba a su vivienda a bordo de su Toyota Etios.
El hombre estacionó justo en la puerta: bajó primero y le abrió la puerta a su esposa, que estaba en el asiento del acompañante, para ayudarla a descender.
Luego cerró el auto y caminaron juntos apenas unos pasos para ingresar a su casa. Demoraron solo 15 segundos en hacerlo.
Pero fue en ese tiempo que un auto blanco llegó al lugar, frenó en doble fila y cuatro hombres descendieron rápidamente para atacarlos.
Un cómplice quedó a bordo del vehículo encendido, listo para huir.
Las víctimas recién estaban abriendo la puerta cuando los sospechosos se abalanzaron encima de ellos.
El señor intentó huir y caminó unos metros hacia mitad de cuadra, pero los ladrones lo tiraron al piso. Su mujer trató de ayudarlo, desesperada, aunque no pudo contra la fuerza de los delincuentes.
Les sacaron sus pertenencias a ambos y las llaves del auto. Todo mientras la alarma de la casa sonaba. En cuestión de segundos, uno de ellos se subió al Etios de la pareja y se lo robó.
Los delincuentes se habían subido nuevamente al auto en el que llegaron, que conducía el cómplice que nunca bajó del vehículo, y huyeron.
El cuarto de sospechoso, por su parte, se subió al auto del jubilado, emprendió la marcha y también escapó.
Las alarmas que sonaron en la cuadra alertaron a los vecinos de la zona, que rápidamente salieron a la calle y advirtieron lo sucedido.
En la vereda todavía estaban tiradas las dos víctimas: ella pedía ayuda junto a su esposo que había sido empujado y golpeado en el suelo.
La policía y la ambulancia llegaron al lugar poco después. Personal médico revisó a las víctimas, quienes no sufrieron heridas de gravedad, pero sí fueron trasladadas a un centro de salud cercano para ser examinados.
Pasó en Ramos Mejía.
