Dividido en 92 panes de droga.
Un cargamento de cocaína valuado en más de un millón de dólares.
La droga viajaba escondida en un camión que tenía como destino Uruguay y, tras el hallazgo, tanto el conductor como su acompañante terminaron detenidos.
El camión llegó al Puente Internacional San Ignacio de Loyola, en la ciudad fronteriza de Clorinda, provincia de Formosa desde Paraguay.
Allí se le realizó un control de rutina con un escáner.
El acoplado debía estar vacío, pero los funcionarios aduaneros detectaron un compartimiento sospechoso sobre el plato de enganche del semirremolque.
En las imágenes que entregaba el sistema de escaneo había objetos que no parecían propios del vehículo.
Sumaron a la requisa un perro entrenado para detectar la presencia de drogas.
El animal, de nombre Zeus, fue determinante para profundizar la sospecha de contrabando.
El personal de Aduana cortó dos planchas de acero y otras dos de plomo que protegían la bóveda donde estaba escondida la droga. Encontraron 91 ladrillos, que arrojaron un peso total de 92 kilogramos. Según precisaron fuentes del caso, el cargamento está valuado en USD 1.104.000.