Un matrimonio, que vivía en su casa de Ezpeleta junto a sus 6 hijos, por la noche transformaba su vivienda en un prostíbulo. La misma estaba ambientada como un boliche, con barra de tragos y los fines de semana hasta un DJ y una persona de seguridad en la puerta.
La pareja, de 31 y 43 años, encerraba a los chicos en un cuarto y no los dejaban salir “para que no molesten“. A su hija mayor, de 13 años la hacían trabajar como “mesera sexy” en el lugar para repartir los tragos.
Vecinos de la familia fueron una pieza fundamental para la investigación ya que los mismos afirmaban como veían llegar a las chicas en remises para prostituirse.
Durante los allanamientos se secuestraron gran cantidad de bebidas alcohólicas, camas, colchones, sábanas y preservativos. La casa fue clausurada y los menores fueron puestos a disposición de la Justicia.
El matrimonio terminó detenido. Los hijos quedaron a disposición de la Justicia.
SEGUIR LEYENDO EN PUNTOSEGUIDO