Tenían una cómplice.
Empleados y el dueño de una carnicería estaban cerrando el comercio cuando fueron sorprendidos por dos hombres armados exigiendo el dinero de la recaudación.
“¡Todos al piso, todos al piso, dale, dale!”, gritaron los dos delincuentes que estaban armados. Uno de ellos tenía un buzo gris con capucha y se dirigió directamente hacia la caja registradora. Su cómplice, con una campera azul apuntaba a las víctimas.
El dueño del comercio intentó pedir ayuda, fue ahí que los ladrones realizaron dos disparos que impactaron en una pared lateral, a pocos centímetros de una heladera. Lograron asustar y evitar que pudiera dar aviso a las autoridades.
Después del robo el dueño miró las grabaciones de las cámaras de seguridad y se encontró con que una mujer había ingresado al local apenas un minuto antes del asalto, realizó varias preguntas, no compró nada . Al salir se la ve en la vereda hablando por teléfono.
La sospecha es que ella podría haber actuado como cómplice, dando aviso a los ladrones. Los investigadores también obtuvieron otra grabación de una cámara privada de la zona, donde se observa un auto negro esperando con el motor encendido cerca de la carnicería.
Pasó en La Plata.
