Afirmó que ella sabía lo que estaban filmando.
El productor del documental “Justicia Divina” que se grabó de forma secreta durante el juicio por la muerte de Diego Maradona presentó un escrito ante los fiscales de San Isidro que investigan si la jueza Julieta Makintach.
José María Arnal Ponti, es el presidente de la productora Ladoble SA y afirmó que la jueza sabía que se estaba grabando un documental
“Desde el minuto cero en que tomé contacto con el proyecto del documental, se me fue aclarado por quienes lo ofrecieron que la jueza Makintach estaba en conocimiento del mismo, de su guión y que había prestado conformidad para su realización”, sostuvo en su presentación presentó ante los fiscales Carolina Asprella, Cecilia Chaieb y José Amallo.
“El proyecto para la realización de un documental del juicio por la muerte de Maradona desde la perspectiva de uno de los jueces que intervendría en el mismo fue acercado a la productora por el señor Juan Manuel D’Emilio en febrero pasado”, dijo y agregó que el costo estimado era 800.000 dólares.
“D’Emilio es un reconocido creativo publicitario, a quien respeto y conozco desde hace 20 años. La idea del contenido a realizarse, cuando fue presentado a la productora, ya se encontraba plasmada en un guión que fue entregado por D’Emilio”, explicó Arnal Pont.
Según el productor, los autores del guion eran D’Emilio y su socia María Lía Vidal Aleman, quien era amiga desde la infancia de la jueza Makintach y agregó: “relación a partir de la cual se habría gestado la idea original”
Sostuvo que Makintach “nunca concurrió” ni participó de las reuniones en la productora.
“Conocí a la magistrada en la primera actividad que se emprendió, realizada el domingo 9 de marzo pasado, en el edificio de los Tribunales de San Isidro. El lugar, la hora y el contenido de las imágenes que se grabarían son cuestiones que siempre traté exclusivamente con D’Emilio o con la señora Vidal Alemán. Jamás con la jueza Makintach; nunca tuve su teléfono”
“La presencia en la grabación de la jueza, el ingreso en un edifico público un día domingo junto y merced a ella, a la vista del personal policial que allí se encontraba, sumado a las filmaciones que de su persona se hicieron en diferentes lugares del inmueble, ratifica que no se trataba, al menos para mí, de una actividad clandestina y mucho menos ‘desautorizada’ o prohibida. Todo lo contrario”,
En relación al primer día del juicio sostuvo concurrieron a los Tribunales de San Isidro “para grabar solo imágenes de la jueza Makintach”.
“Se trató de una tarea acordada con ella y autorizada por ella, por intermedio de Vidal Alemán y/o D’Emilio. Con las tomas de la jueza en el juicio obtendríamos ya el material suficiente para poder conformar los armados audiovisuales”
“Una mujer policía nos buscó en la vereda del edificio de Tribunales, nos hizo atravesar su ingreso y nos acompañó hasta dentro del mismo. Se trababa de la custodia de la jueza. Todo lo que relato ratificaba mi convencimiento que nuestra tarea se encontraba absolutamente autorizada, más allá de que ninguna duda tenía a ese momento: a la vista de todas las personas presentes -que no eran precisamente pocas- y utilizando una cámara imposible de disimular, esconder o camuflar en la sala donde se llevaría a cabo el juicio. Durante el desarrollo del debate, con la misma cámara, se tomaron planos aislados de la jueza sin importar el audio ni el hilo del juicio”,
En el caso que se el documental se vendiera y hubiera ganancias, Arnal Ponti dijo que iban a ser repartidas en partes iguales entre la productora, D’Emilio y Vidal Alemán. “Subrayo asimismo que respecto de las conversaciones que mantuve con el nombrado sobre este punto, jamás se me mencionó o se involucró o se sugirió una participación de la jueza en las posibles ganancias”, concluyó.