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26 de marzo, 2025

Felipe. El Rey cantó en latín y beso a la reina Letizia en publico.

Fue nombrado doctor honoris causa de Alcalá de Henares.

Los Reyes de España estuvieron en la a Universidad de Alcalá de Henares, aunque esta vez no para entregar el Premio Cervantes, como hacen cada 23 de abril, sino porque el monarca recibía un gran honor del histórico centro educativo.

Un acto en el que su canción en latín o su beso a la reina Letizia se han convertido en protagonistas de la investidura del rey Felipe como doctor honoris causa.

El rey Felipe ingresó por la puerta lateral del paraninfo al no ser aún doctor, un estatus que cambiaba minutos después.

Llegaba acompañado de la reina Letizia, de la que se separaba al acceder al interior por la misma razón protocolaria, ya que el monarca tenía que entrar acompañado de miembros del claustro y su esposa se sentaba en primera fila junto al rector de la universidad.

Tomaba entonces el protagonismo el padrino de Felipe, el catedrático Miguel Rodríguez Blanco, que subía al estrado para pronunciar un discurso tras el que se veía al monarca emocionado.

Sus palabras no pasaban desapercibidas, ya que después, cuando el propio don Felipe tomaba la palabra, hacía referencia a ellas y a cuánto habían significado para él.

Un padrino que no ha dudado en dejar claro lo importante que era ese momento para él. Catedrático de Ciencias Jurídicas en esta histórica universidad, ha destacado del monarca, entre otras cosas, su “europeísmo”, halagando su vertiente jurídica, también como licenciado en Derecho, aunque por la Universidad Autónoma.


Unos años de estudio, precisamente, a los que el rey Felipe ha hecho referencia al pronunciar su discurso de agradecimiento, nombrando a muchos de los profesores que le impartieron las diferentes asignaturas de la carrera.

Pero antes de tomar la palabra, llegaba el acto de investidura en sí, con el rector del centro encargado de entregarle los diferentes símbolos y el padrino de don Felipe junto a él, como manda la tradición. L

Entregaban entonces al nuevo doctor honoris causa el título, un anillo y los guantes blancos, símbolo de pureza, además del birrete, sin duda lo más característico de este nombramiento y que le ha traído al Rey algún que otro problema.


El acto terminó con el himno de la universidad, el ‘Gaudeamus Igitur’, que Felipe no dudó en entonar, demostrando que llevaba la lección bien aprendida y honrando así al nuevo centro universitario al que pertenece.

Ya convertido en doctor honoris causa, y se acercaba hasta su mujer, a la que daba un cariñoso abrazo y un beso. No suelen ser muy generosos en cuanto a gestos de cariño en público, pero esta vez la ocasión lo merecía.

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