Su condena por abuso sexual infantil quedara cumplida el 30 de mayo de 2028.
Julio César Grassi (68) seguirá detenido en la cárcel bonaerense de Campana por abuso sexual infantil y corrupción de menores agravados.
Así lo dictaminó el Tribunal en lo Criminal N°1 de Morón luego de una audiencia donde se analizó el pedido para acceder al beneficio de la libertad condicional tras haber estado encerrado 11 de los 15 años de condena.
Durante su alegato, ya que en la cárcel se recibió de abogado proclamó su inocencia y se mostró preparado para reinsertarse y “ser útil” en la sociedad.
Los querellantes y el fiscal de ejecución se manifestaron en contra de su salida anticipada.
La presidenta del tribunal Mariana Maldonado, acompañada de sus colegas Juan Carlos Uboldi y Claudio José Chaminade resolvieron “denegar” el pedido del condenado.
El solicitante, que se representó a sí mismo en la audiencia, escuchaba de manera remota desde la Unidad Penitenciaria N°41 de Campana.
“Soy inocente, y estoy respetando lo que la ley me está pidiendo”, le dijo a los jueces . “Tengo un sentimiento genuino de ser inocente, porque soy inocente, y estoy respetando lo que la ley me está pidiendo -para acceder al beneficio de la libertad condicional”.
El fiscal se negó a la concesión del beneficio por considerar que el condenado “no reconoce sus acciones transgresoras” al continuar considerándose como inocente.
También mencionó la “gravedad de la condena” y la “reinterancia delictiva” -el condenado fue sometido a otros procesos penales- como otros obstáculos para su salida.
Luego, el representante de la víctima, Sergio Piris, calificó a Grassi como una persona que se cree “omnipotente” y que “no recapacitó en absoluto durante el encierro”.
“Grassi no cambió en nada. Cuatro instancias dijeron que es culpable de un delito, y parece que no entendió la situación en absoluto, por lo cual no puede reinsertarse en la sociedad por su forma de ser”, señaló.
Cada parte tuvo 15 minutos para exponer su postura. Grassi utilizó al menos el doble en su alegato.
Después del abogado de Gabriel tomó la palabra el querellante Juan Pablo Gallego, quien se opuso con vehemencia al planteo del clérigo en virtud del “daño tremendo que ha causado”.
“El informe criminológico lo destrozó, y él se negó a hacer el informe psicológico. Aunque estamos viendo una pericia en vivo, estamos viendo a un monstruo en directo”, manifestó.
“Esto es un disparate y no debe ocurrir -dijo el letrado respecto a la solicitud-. Grassi ha autodemostrado que no está apto para su reinserción. El casso Grassi es un peligro, va a ser como el caso de Robledo Puch, y en cuatro años -cuando cumpla sus 15 años de condena- va a ser un problema”.
“Grassi es un delincuente sexual que destruyó la vida de los menores a su cargo. No entendió nada, se sigue burlando de la víctima y no considera el daño que acusó y el que puede causar”.
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