Lo descubrió su hijo.
Ángel Galeano Orué, de 77 años, jubilado, oriundo de Paraguay, mató a puñaladas a su mujer, Otilia Cubilla Jara, de 65.
“Yo la maté, la corté porque me tenía cansado”
En el lugar se encontró un cuchillo de cocina, supuestamente, el arma con la que se cometió el crimen.
La alerta del crimen llegó luego de un llamado al 911, realizado por uno de los hijos de la pareja, donde pidió auxilio.
Allí los esperaba el hijo, que afirmó que llegó a su casa para visitar a sus padres.
Al abrir la puerta, encontró a ambos en el piso del living, en un charco de sangre.
En su relato, no especificó si su padre estaba vivo: el pánico lo llevó a pedir ayuda.
La Policía entró al living para encontrar a la pareja en medio de la sangre.
Allí Galeano Orué se incorporó, manchado y confesó.
Un médico del SAME determinó la muerte de Otilia: tenía puñaladas en los brazos y en el cuello, con un número de heridas que deberá ser determinado por la autopsia correspondiente.
Pasó en Loma Hermosa.
