Le robaron 50 mil pesos.
El pastor evangélico Roberto Arakelien (73) salió de su casa para ir hacia la iglesia en la que ofrece su guía y que queda a cuatro cuadras de distancia.
Su pareja, Isabel Salazar (52), no se sentía bien y decidió no acompañarlo.
Cuando el ministro de culto regresó a su propiedad una hora y media después, encontró la puerta abierta.
La luz había sido cortada, pero el hombre llegó a distinguir el cadáver de su mujer.
Faltaban 50 mil pesos.
La investigación por el asesinato y el robo terminaría con uno de los yernos del pastor detenido por el crimen de Salazar.
Un auto, prendas recién lavadas y las cámaras de seguridad fueron los elementos incriminatorios que culminaron con el arresto del sospechoso, identificado como A.M. y de 60 años
Pasó en localidad bonaerense de Monte Grande