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10 de febrero, 2025

Mató a su padre de una puñalada. La Justicia comprobó que era víctima de abusos y la dejó en libertad.

Tiene 30 años.

Hace unas semanas asesinó a su padre de una puñalada.

La Justicia la dejó en libertad porque el crimen encuadra en un hecho de la categoría de “emoción violenta” por haber sido víctima de abusos durante años.

Continuará imputada.

Jennifer Raymondo, de 30 años, hirió a su padre Atilio, de 63 años, con una arma blanca a la altura de la espalda.

Ella llamó a la ambulancia y confesó el crimen.

El hombre continuaba con vida, pero murió poco después de llegar al hospital. Desde entonces, Jennifer permanecía detenida.

La causa quedó en manos del fiscal Alejandro Carballo, quien la imputó por el delito de homicidio calificado por el vínculo, cargo que prevé una pena a prisión perpetua.

Carballo moderó la acusación dentro de la carátula de “emoción violenta”, por lo que Jennifer fue liberada. La condena que podría enfrentar sería de entre 10 a 25 años.

El fiscal llegó a esa conclusión tras recopilar los testimonios de numerosos testigos y revisar los resultados de las pericias psicológicas y psiquiátricas.

Jennifer fue víctima de violencia familiar y abusos durante las últimas décadas. El fiscal sospecha que la acusada intentó poner fin a las violaciones y los maltratos que sufría.

Pasó en localidad Almafuerte en Córdoba.

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