Mató a una perra creyendo que le comió el asado.

Un grupo de niños jugaba a la pelota en el barrio Ituzaingó de Córdoba cuando salió un vecino enfurecido y con un arma en la mano. Convencido de que la perra de uno de ellos se había comido su asado, le disparó para matarla. La perrita Kika murió delante de su dueño, un nene de 10 años.