Por el frío no se animó a nadar.
Un delincuente se metió en el mar para no ser capturado por la policía. Todo quedó registrada por las cámaras de seguridad del municipio.
El hombre corrió desde el centro de la ciudad, en donde había robado en un comercio, hacia la playa mientras era perseguido por varios efectivos policiales. Cuando vio que no tenía escapatoria, se arrojó al agua para evitar ser atrapado.
Llegó a mojar sus piernas y parte del cuerpo, el delincuente no se atrevió a nadar por las bajas temperaturas y el grito de los policías que exigieron que detuviera su accionar.
El ladrón desistió y volvió a la orilla para entregarse.
Pasó en Villa Gesell.
