Lucas Gomez, acusado de violar y asesinar a su hijastra Florencia Di Marco, apareció ahorcado en su celda. El juez penal Sebastián Cadelago halló sobre un escritorio, tres cartas en papeles pequeños y en lápiz que habría escrito el padre antes de “suicidarse“. Las mismas, estaban dirigidas a sus hijos, a su madre y a su última pareja, Carina Di Marco.
En esas cartas se despide de ellos, le pide a su madre que los cuide y le afirma a su mujer que el no mató a Florencia sino que “la noche del hecho la encontró colgada en su habitación y que empezó a tomar y a consumir drogas y que tiró el cuerpo en otro lado porque pensó que le iban a echar la culpa”.
El Director del Servicio Penitenciario provincial, Hugo Scaro, comunicó que “al hacer en recuento de internos, encontraron sin vida en su celda” al acusado de 32 años. Habría sido un suicidio.
El hombre estaba procesado por “abuso sexual con acceso carnal, doblemente agravado” y “homicidio agravado criminis causa, por perpetrarse con alevosía y mediar circunstancias de violencia de género”.




