3 detenidos.
Jeremías Sosa, de 31 años, fue brutalmente asesinado por un grupo de vecinos que lo acusaba de haber intentado robar en varias casas.
Sin embargo, los investigadores no encontraron pruebas que vincularan a la víctima con ningún delito.
La víctima vivía y trabajaba en Misiones, donde además tenía un comedor para ayudar a jóvenes con problemas de adicción y había viajado a Buenos Aires para visitar a la familia.
Jeremías sufrió un ataque de pánico y salió a tomar aire.
Fue entonces cuando aparecieron unas motos, él se asustó y corrió. Esa actitud, creen, hizo que lo confundieran con un ladrón. De todas maneras, lo que siguió fue una reacción totalmente desmedida y criminal.
Según la reconstrucción, varias personas siguieron a Sosa y lo alcanzaron.
Lo redujeron, lo ataron y le pegaron golpes de puño y patadas mientras le recriminaban a gritos los supuestos robos que había cometido.
La golpiza continuó ante la mirada de decenas de vecinos de la zona.
Continuó hasta la llegada del personal policial
No hubo nada que pudieran hacer los efectivos para reanimar a Sosa, que fue igualmente trasladado de urgencia al Hospital, donde los médicos constataron su muerte.
El resultado de la autopsia determinó que murió como consecuencia de la salvaje golpiza que recibió. Los golpes le provocaron un shock neurogénico, con traumatismo grave de cráneo.
Hay tres hombres mayores de edad detenidos y no se descarta la participación de más personas.
Pasó en la localidad lujanense de Olivera.