Sherry Bray, directora de una empresa de cámaras de seguridad y un empleado llamado Christopher Ashford, fueron condenados la primera a 14 meses de prisión y el segundo a 5 –la mitad del tiempo será de cumplimiento efectivo- tras reconocer ante un tribunal inglés que accedieron a imágenes de la autopsia del jugador argentino.
Además realizaron capturas de pantalla que Bray le envió a su hija y Ashford a un amigo. Estas imágenes luego fueron difundidas en las redes sociales.
Lo hicieron al ingresar sin autorización al sistema informático de seguridad. “Acepto que ninguno de ustedes cometió los delitos de los que se han declarado culpables por un motivo económico, sino que más bien fueron motivados por una curiosidad morbosa” indicó el magistrado Peter Crabtree en su resolución pero tuvo en cuenta que la circulación de las tomas de pantalla “causaron un inmenso sufrimiento a la familia y amigos”.
Emiliano Sala murió tras caer en el Canal de la Mancha un pequeño avión que lo llevaba desde Nantes a Cardiff el pasado 21 de enero.
TRIBUNA ABIERTA