Mediante una explosión controlada, la policía brasileña destruyó un paquete sospechoso que se encontraba en las inmediaciones de la sede de vela, cercana a la ruta en donde se corrió la maratón femenina.
El hecho fue similar al ocurrido el sábado, cuando el escuadrón anti-bombas de Brasil destruyó una mochila que habían dejado cerca del centro de televisión de los Juegos Olímpicos.