Algunos bancos privados impusieron en los últimos días un virtual «cepo» para la adquisición de divisas en mostrador, permitiendo a sus clientes comprar hasta 10.000 dólares por mes.
Las entidades acusan que no tienen la situación impositiva de los potenciales compradores de dólares «compatibilizada» y que «no se puede justificar la cantidad de ingresos para comprar dólares», publicó el diario Ámbito Financiero.
Las entidades financieras mantienen políticas diferenciadas en cuanto a la venta de dólares; algunas suelen «abrir» un legajo cuando los clientes superan un determinado monto para reunir más información. Eso ocurre ante las eventuales fiscalizaciones de la Unidad de Información Financiera (UIF) y sólo en casos puntuales suelen activar el Reporte de Operaciones Sospechosas.
En el mercado sostienen que sobran dólares, pero también que sube la demanda y que la composición de los depósitos ha cambiado en las últimas semanas.
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