Si bien el precio de los combustibles estaba congelado desde el 2 de setiembre, en el mismo decreto se estableció que la Secretaría de Energía cuando «las circunstancias lo ameriten» podía autorizar aumentos.
Debido al incremento del precio del barril de crudo a nivel internacional por los ataques a refinerías de Arabia Saudita, que llegó a 14% en un solo día, y también a la evolución del dólar desde que se dictó el congelamiento, el Gobierno decidió autorizar un 4% de incremento, para igualar la inflación de agosto.
TRIBUNA ABIERTA