El Gobierno quiere que el renacimiento del mercado inmobiliario, asociado sobre todo a la reaparición del crédito hipotecario en su modalidad UVA, deje de ser una cuestión de la clase media y se acerque a las familiares de ingresos menores. Lo que viene será el departamento de US$ 30.000 dólares.
Lo que se busca es sumar a las empresas constructoras y a las desarrolladoras inmobiliarias. Que las empresas empiecen a ofrecer productos «a estrenar» a quienes hoy no tienen la posibilidad de acceder al mercado. Así lo confirmó el presidente del Banco Central Federico Sturzenegger.
«Lo importante es entender que se acabó el país donde sólo se construía para el segmento ABC1″. Ahora el desafío es ofrecer situaciones habitacionales para toda la población«, exclamó.
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