La empresa alemana rescindió el contrato del grupo bosnio Prevent, uno de sus mayores proveedores con sus filiales Car Trim y ES Automobilguss. La primera fabrica materiales para la cobertura de los asientos mientras que la segunda se encarga de piezas de transmisión.
Le reclaman, al gigante alemán una indemnización de 58 millones de euros.
Mientras los ejecutivos discuten en el Hotel Ritz Carlton, asentado en el predio de Volskswagen, donde funciona sus sede central en la ciudad de Wolfsburgo, la falta en el abastecimiento de estos insumos provoca una crisis no planeada por el máximo staff germano.
Nada menos que 6 de sus factorías deberán bajar, drásticamente, sus tiempos de producción. Como consecuencia directa, 27.000 trabajadores verán reducidas sus horas laborales con la consiguiente pérdida de ingresos.
Este parate tiene también un alto costo para la empresa. Se estima que perderá por lo menos 100 millones de euros por semana hasta que logren un acuerdo.
