Según la organización: SOS aldeas infantiles Argentina
“En Argentina, la violencia está presente en la vida de más de 5 millones de niños, niñas y adolescentes que la viven en sus hogares todos los días”. Crecer en un entorno violento genera consecuencias en el presente y futuro de cada uno de ellos y por ende en el de toda la sociedad.
Cada niño tiene derecho a una vida segura, en la que pueda desarrollarse plenamente. La condición para lograrlo es crecer en un entorno protector, donde la afectividad y el buen trato promuevan ese crecimiento. Cuando los vínculos familiares están empañados de violencia, se lesiona la seguridad que cada niño debe construir para enfrentar los desafíos que se le presentan.
La violencia tiene diferentes manifestaciones y cada una de ella deja marcas. Desde la violencia física como la más explícita hasta formas más sutiles como la negligencia o la violencia emocional que, si bien suelen pasar más desapercibidas, son iguales o más graves con el paso del tiempo.
Castigos físicos y verbales a una menor. Un nuevo caso de maltrato físico y verbal a una menor. Los menores no pueden defenderse y necesitan de nuestra protección.
Si los padres no pueden estar a cargo se busca un familiar o familia sustituta que pueda contener afectivamente. Esta marca quedará grabada en ella y necesitará de mucha contención familiar y profesional.
Más allá de apartar a la menor o menores de su madre, ella necesita alguien que le brinde seguridad, amor y confianza; para que en un futuro pueda manejar sus miedos, temores, terrores, pesadillas.
Nos cuesta comprender este grado de violencia desatada en un adulto con un menor. El o la menor no puede defenderse y el victimario aprovecha para descargar su furia, impulso y agresividad, como si fuera un objeto.
Estos niños, víctimas del maltrato sufrirán consecuencias importantes:
Creerán que para resolver un problema en su futuro se hace de esa manera (no conocieron otra), por eso la importancia de nuevos modelos y ayuda profesional.
Su autoestima quedará dañada, sentirán que no son queridos o son malos por eso lo castigan; es posible que tenga trastornos para integrarse socialmente y dificultades escolares, se sentirá no querido, abandonado, triste, asustado, desconfiado.
Debemos salvaguardarlos en primera instancia y ayudarlo profesionalmente con un especialista, psicólogo, para poder entrar en lo profundo de esas heridas emocionales y re construir con ella una nueva integridad para su futuro.
Ha sido maltratada y debemos pensar con ella para ayudarla a construir una nueva niña en su interior dándole confianza, ayudando a ver otros modos de relación, mejorando su autoestima, dándole cariño y protección.
¡Denunciemos sin miedo por favor!
Difundamos para que cada vez más niños y niñas estén bajo tutela de alguien responsable y amoroso para cuidarlo.
Por ultimo dejo estas palabras de UNICEF:
“El maltrato no siempre es “visible”: en algunos casos porque puede ejercerse sin dejar huellas físicas en el cuerpo; en otros, porque la víctima está sometida al silencio, y la violencia es ejercida en la intimidad de la vida familiar”.
“Sin embargo, aún en los casos en los que no pone en peligro la vida de los niños, niñas o adolescentes, tanto el maltrato en cualquiera de sus formas, como la negligencia o el abandono son gravemente dañinos por el dolor que provocan y por los efectos que dejan en el desarrollo intelectual, social y emocional de quienes lo padecen o han padecido”.
Por Lic. Gloria Grosman
Psicóloga especialista en niños y familias