“En lugar de implantarse un embrión, me implantaron dos”.
Jimena Piccolo una ex Chiquititas será mamá por primera vez, emocionada dio detalles de cómo está viviendo esta etapa maravillosa de su vida.
En diálogo con el portal Teleshow Jimena comentó que ya está próximo el nacimiento de su hijo Artemio en una cesárea programada.

Después de intentos por quedar embarazada Jimena recurrió a una clínica de fertilidad junto a su pareja, Pablo Prado, para llegar a un tratamiento y lograr tener un hijo.
“Llegué con miedo… Pero cuando conocí al doctor me encantó porque fue súper empático: nos explicó todo”, le cuenta a Teleshow la actriz y Rememora entonces las palabras del profesional en aquel primer encuentro: “Por tu edad, no esperaría a hacer un tratamiento de baja complejidad ya que es muy difícil que quedes embarazada en esa circunstancia. Iría directamente a una fecundación in vitro”.
Y continuó, “Cuando te dan el negativo estás con toda la ilusión. Además, tenés muchas hormonas, lo que hace que estés más sensible”, dice Piccolo, quien tenía síntomas de embarazo, lo que la hizo pensar que había funcionado aquel primer intento. “¡Estoy re embarazada!”, pensó cuando comenzó a sentir sueño y náuseas. “Después me enteré que era por todo lo que estaba tomando”.

“Siempre es desilusionante para lo que una espera, pero yo tenía el foco muy puesto y estaba segura de que tarde o temprano iba a pasar. Sabíamos que era un tratamiento largo, que hay gente que espera años y que pasa por mil desilusiones”. Dos meses después, volvieron a intentarlo.
Durante ese tiempo, la pareja buscó continuar con la cotidianeidad de su vida, como si nada sucediera. Es la forma que encontraron para no sobrepensar, ni ponerse ansiosos. “La vida continúa, me anoté la fecha en que tenía que volver a pedir turno y listo”, cuenta Jimena.
En el segundo intento, Jimena estaba más tranquila. Ya sabía todos y cada uno de los pasos que afrontaría y solo restaba esperar 14 días para hacerse un análisis de sangre. Antes, el médico le hizo una salvedad, buscando efectividad en el resultado: “En lugar de implantarse un embrión, me implantaron dos. Más no te dejan porque pueden prender todos y se convierte en un embarazo de riesgo”.
Así comenta que esas dos semanas de espera fueron, “Esos días son terribles porque todo el tiempo estás pensando en no hacer nada por las dudas, aunque el médico dice ‘vida normal’”. La noche anterior, su marido -”que estaba más apuradito”- le sugirió que se hiciera un test de farmacia. “Yo no quería saber nada por miedo a algún falso resultado, así que me lo hice, lo dejé en el baño y le dije que fuera a verlo él”.

Pablo tardó más de lo que Jimena hubiera creído, lo que llamó su atención. Lo fue a buscar y cuando ingresó al baño, encontró a su marido frente al test, sin reacción alguna. “Decía ‘positivo’. No lo podíamos creer”, recuerda la actriz, que está en pareja hace 12 años con Pablo, quien trabaja en la empresa de su familia. Por caso, aquel día tenían una reunión con sus seres queridos y debieron aguantar las ganas de gritar a los cuatro vientos que iban a ser papás.
Al día siguiente fueron a hacerse el análisis de sangre con el que ratificaron el resultado positivo y el médico les pidió que lo repitieran 48 horas después, para una nueva confirmación. La ecografía se la practicó recién siete días después. “Ahí te dicen realmente que hay un bebé y no es solo un embrión”, detalla Jimena, como si ya fuera experta en la materia. Aquel día, además escucharon el latido de su hijo por primera vez.

Aunque no quisieron dejar más tiempo para comunicárselo a sus familiares y amigos. “Estaban todos muy contentos. Fue un bebé muy buscado, muy deseado”, resalta Piccolo, quien transita la semana 37 de embarazo: tiene fecha de cesárea programada para el próximo miércoles 28 de junio.
La actriz dará a luz a su hijo en el Sanatorio Otamendi, en el barrio Recoleta. “Tengo diabetes gestacional, el bebé es muy grande, ya pesa 3,800. ¡Ya podría salir!” -bromea-. Me siento súper bien, con dolores normales de un bebé tan grande en un cuerpo tan chico”. Jimena transitó un mes y medio del embarazo en reposo preventivo, y debió dejar de manejar los últimos cinco meses por algunos dolores e incomodidades.