Recuerdo para Mercedes Sosa, fue la única que “abrió las puertas” de la casa.
La cantante María Graña reapareció en televisión tras la preocupación que generó su internación por un grave cuadro de coronavirus hace unos meses, del cual se continúa recuperando.
“Estamos reponiéndonos, pero todavía estoy un poquito débil y no quise faltar”, le dijo la artista a Jey Mammon, invitada al programa La Peña de Morfi, que se emite por Telefé.
“Estudié muchos años. Empecé a los 12 con Elvira Aquilano y la nombro siempre porque fue mi segunda madre. Ella me enseñó muchísimas cosas, principalmente a tener respeto por esta profesión”, dijo al explicar cómo continúa preservando su voz.
Luego, el conductor le consultó si iba a abandonar el tango, como había declarado anteriormente. “Lo que pasa es que son 50 años cantando tangos, pero también incursionando en otros géneros como el folclore, boleros…“.
“Han cambiado muchas cosas y el tango siempre está en mi repertorio. Pero hay una parte mía que necesita cantar otras cosas”, destacó Graña.
“Recuerdo que cuando iba a la casa de mi abuela escuchaba mucho folclore. A ella le gustaba mucho el tango y el folclore, y por eso también quiero incursionar en eso para hacerle un homenaje a mi abuela”, manifestó la cantante de 69 años.
“La gente del tango siempre fue cada uno para su lado, nunca hubo una unión y quizás por eso no tenemos un sindicato”, afirmó, al mismo tiempo que recordó que la “única” que le “abrió las puertas de su casa” fue Mercedes Sosa.
Graña también sostuvo que “volver al ruedo” es difícil después de un tiempo en el que uno “no trabaja porque la profesión es como un entrenamiento”. “Creo que la gente del tango tiene muy pocos lugares para trabajar”, sentenció.
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