La radio esta de duelo. Gracias por tanto.
Murió Tom Lupo, periodista y escritor , uno de los más importantes difusores de bandas emergentes de rock en la década del 80, y de la obra de grandes poetas.
“Yo quiero ser el que era”, fue la última frase que dijo a su pareja
Marina Getino, poco antes de quedarse dormido, por los problemas de salud que sufría desde el grave accidente automovilístico sufrido en 2015, que lo dejó postrado con severos problemas neurológicos.
Desde ese entonces, la actividad del periodista de 74 años, se había interrumpido.
Este año era parte de la programación de radio Nacional a través del ciclo “Grabaciones encontradas”, que emite viejas entrevistas presentadas por el músico León Gieco, su amigo personal.
Su verdadero nombre era Carlos Galenternik pero se había rebautizado artísticamente inspirado en el estadounidense Tom Wolfe, era psicoanalista y docente en la Universidad de Lomas de Zamora.
Fue un periodista reconocido en la radio y la televisión.
También encabezó innumerables recitales de poesía y grabó discos con recitados de obras de famosos autores.
Su voz comenzó a hacerse familiar a partir de su columna en el mítico programa radial de los años 80 “Submarino amarillo”, que se emitía por Radio del Plata.
Dio a conocer a bandas emergentes del rock argentino de la época como Sumo, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Soda Stereo, Los Ratones Paranoicos y Los Fabulosos Cadillacs.
Condujo el “Tom Lupo Show” por Radio Municipal y tuvo intervenciones en el recordado ciclo “El loco de la colina”, que encabezaba Carlos de la Rúa.
A nivel gráfico también hizo su aporte a la cultura joven y la poesía como editor de las revistas Alfonsina, Banana y Twist y gritos.
Estuvo en programas como “Agenda cultural” y “Neosonido 2002”, por la Televisión Pública; y en “Volver Rock”, que condujo junto a Caterina Spinetta.
Se ocupó de divulgar entre el público masivo las obras de Federico García Lorca, Leopoldo Marechal, Oliverio Girondo, Alejandra Pizarnik, Raúl González Tuñón y Fernando Pessoa.
En junio de 2015 fue embestido el auto en el que viajaba por un vehículo que iba a gran velocidad y se le atravesó con luz roja en la esquina porteña de Figueroa Alcorta y Tagle.
Tras estar hospitalizado y con un coma inducido, fue dado de alta pero con severos daños neurológicos.
