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26 de julio, 2024

Afganistán. El talibán endurece decisiones que afectan a las mujeres.

El cierre de los baños públicos consideran que es una violación a los derechos de la mujer.

Los talibanes ordenaron colgar carteles en las tiendas de Kabul en los que se advierte que las mujeres “deben” llevar hiyab.

Decidieron impedirles en dos provincias la utilización de baños públicos, lo cual se contradice con las promesas iniciales de apertura que hicieron cuando recuperaron el poder tras 20 años.

Los carteles están acompañados de un breve texto que afirma que, “según los principios de la sharia (ley islámica), las mujeres deben llevar hiyab”, sin precisar si se trata de un mero pañuelo o de una prenda que cubra todo el rostro.

Los carteles fueron publicados por el Ministerio para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio, una temida institución durante el primer Gobierno talibán (1996-2001) y restablecida por los islamistas a mediados de agosto pasado, cuando volvieron a gobernar.

“Esos carteles fueron publicados por el ministerio pero eso no quiere decir que si una mujer no los sigue a rajatabla, vaya a ser castigada o golpeada”, afirmó un vocero talibán.

“Es simplemente una forma de alentar a las mujeres musulmanas a cumplir la ley de la sharia. Pero si una mujer se cubre con un simple velo, también está bien. En líneas generales, esos carteles son una incitación”, agregó.

Los baños publicos representa para muchos, en el frío Afganistán, la única oportunidad de bañarse en condiciones de calidez, así como de estar en un lugar dedicado al lavado ritual.

La medida de cerrar las secciones femeninas de los hammams públicos del norte provocó una nueva ola de indignación y temores de que la decisión se extienda a todo el país.

Las mujeres, que utilizan habitualmente los baños para la limpieza y purificación ritual exigidas por la ley islámica, protestaron porque, sostienen, el cierre de los baños públicos representa otra violación de sus derechos.

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