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26 de julio, 2024

Agustín Salvia. “La situación es crítica pero no es explosiva”.

Todavía no hay un shock de cierre del consumo, lo va a haber seguramente, pero no ocurrió en diciembre ni en enero.

El director del Observatorio de Deuda Social de la UCA, Agustín Salvia, fue entrevistado en el programa Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil AM1190 y Radio Amadeus FM 91.1, donde destacó que esta sociedad tiene una “gran capacidad de aguante” pero también aseguró que la situación es crítica pero no es explosiva”.

  • La situación es complicada. Veníamos con un nivel de pobreza en ascenso en el último semestre del año, a pesar de las compensaciones económicas que fue dando el gobierno anterior, en donde seguramente las cifras andarán en el 41% de pobreza. Pero en el último trimestre probablemente estemos en el 44% de pobreza. Cuando analizamos estos datos, quiere decir que no se cubre determinado umbral de ingresos, hay una parte de la población que va quedando atrás, y esto tiene que ver fuertemente con la inflación, a pesar del gran nivel de ocupación que mantiene todavía la economía argentina, que tiene como contradicción el hecho de que en realidad el 50% se trata de empleos formales (plenos con cierta regularidad) y el otro 50% de empleos precarios, y la mitad de ellos, en realidad son “changas”. En una Argentina que tiene esas condiciones, los ingresos que obtiene esa parte de la población no alcanzan para cubrir los riesgos inflacionarios. Ante ese escenario, la situación de diciembre se vuelve explosiva. Si bien hubo para los más pobres una actualización de las jubilaciones y de las asignaciones universales por hijo en diciembre, por decisión del gobierno anterior, es de esperar que en diciembre los niveles de pobreza se hayan aumentado de forma importante debido a un ritmo inflacionario que va a estar entre un 25% y 30%.
  • Incluso esas compensaciones, sin tomar todavía la decisión del gobierno actual sobre el cobro de la Asignación Universal por Hijo y las tarjetas alimentarias, la pobreza estaría alrededor del 50% y la indigencia por arriba del 14%. Habría que ver cómo impacta esta compensación. Creo que la compensación que ha dado el Gobierno tiene un efecto para la pobreza extrema en enero de estabilizar los niveles de indigencia en un 10% o 12%,  pero el aumento a la pobreza va a ser importante.
  • Eso es una estimación, no hay manera de saberlo. Cuando se hacen esas estimaciones, se está evaluando solamente el impacto de lo que se supone que va a aumentar la canasta básica, sin tomar en cuenta los ingresos. Si en esas condiciones logran más changas, más trabajo, más planes sociales o  ingresos adicionales, compensan ese aumento y la tendencia es que va a haber un proceso de compensación pero la pobreza no va a tener un impacto total en términos de aumento de lo que haya sido la canasta, sino que en parte va a ser compensado con más ingresos. Eso hace que las cifras no alcancen. El impacto fue diciembre, lo será enero y habrá que ver qué políticas de ingreso llevará el Gobierno, en materia tanto de los trabajadores formales como en las políticas sociales.
  • La percepción es que la sociedad tiene una gran capacidad de aguante, entiende que hay una situación de restricciones económicas y sociales y lucha todos los días trabajando más. Hay cierto consumo de las clases medias no pobres que hacen que active demandas de bienes y servicios que todavía se mantienen. Todavía no hay un shock de cierre del consumo, lo va a haber seguramente, pero no ocurrió en diciembre ni en enero. Hay cuidados y restricciones, pero no hay un shock de crisis de consumo que haga que esas clases medias, que tradicionalmente consumen bienes y servicios y que contratan en parte al trabajo informal, o al trabajo doméstico o de construcción, se hayan detenido de manera significativa. Lo que uno percibe como dato y percepción social es que hay una caída en la pobreza pero no hay un shock de hambruna, se sostienen los comedores comunitarios y existe un sistema de programas sociales que hace que haya un piso de ingresos y que ese mismo piso genere demanda de trabajo informal en los propios barrios. La situación es crítica pero no es explosiva.
  • El Potenciar Trabajo son 1 millón 200 mil personas, que muchos de ellos reciben ingresos de otros programas también, como la Asignación Universal por Hijo. Pienso que el shock más importante se daría si tuviesen restricciones en los programas sociales. El Potenciar Trabajo es un ingreso complementario para una parte importante de los sectores pobres pero no es el ingreso fundamental. Si no hubiese habido un aumento de la indigencia o de la canasta alimentaria, bajaría la indigencia a la mitad. No es tanto del Plan Potenciar Trabajo, sino cómo le alcanza a más de 10 millones de personas la Asignación Universal. Ese sí es un impacto importante que el Gobierno creo que ha querido cuidar. Hay que ver si se sigue duplicando. Si eso no ocurre, se agrava la situación. Todavía no hay un shock de hambruna, pero lo habrá si se tocan los planes sociales.

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