Aumento de infectados y la virulencia de la cepa sudafricana provocaron la medida.
Alemania cerrará sus fronteras con República Checa y la región austriaca del Tirol, en un intento por neutralizar el aumento de casos de las variantes más contagiosas de coronavirus.
Así lo anunció el ministro de Interior, Horst Seehofer, luego que la canciller Angela Merkel volviera a defender su decisión de mantener las restricciones para garantizar que no haya un nuevo ascenso de casos.
“Eso es lo que decidiremos. Fue lo acordado con la canciller y el vicecanciller”, dijo el Ministro al diario Süddeutsche Zeitung, en una entrevista en la que precisó que la medida debía entrar en vigor el “domingo por la noche” y que se están discutiendo todavía qué excepciones se contemplarán.
La canciller Merkel había defendido las restricciones impuestas en las últimas semanas por la segunda ola de la pandemia -fueron “apropiadas, necesarias y adecuadas”- y advirtió que no las levantó porque circulan en el país variantes del virus que representan un “peligro real”.
El Gobierno austriaco había decidido aislar la provincia del Tirol, considerada el mayor foco europeo de la cepa sudafricana de coronavirus.
A finales de enero, Alemania prohibió las entradas en su territorio de los viajeros procedentes de países muy castigados por las variantes del coronavirus, como el Reino Unido, Sudáfrica y Brasil.
Estas restricciones, no obstante, no afectan a los alemanes que residen en esos países ni a los ciudadanos de esos países residentes en Alemania, ni tampoco a los pasajeros en tránsito ni a la circulación de mercancías.
El Gobierno checo, por su parte, anunció que había aislado 3 cantones, 2 de ellos en la frontera con Alemania.
Los habitantes no pueden abandonar esos territorios y nadie podrá entrar allí, salvo excepciones, indicó el Gobierno.
