Las ejecuciones en Arabia Saudita casi se duplicaron desde la llegada al poder del rey Salman y su hijo, Mohamed bin Salman.
La aplicación de la pena capital pasó de una media de 70,8 ejecuciones al año entre 2010 y 2014 a 129,5 anuales desde 2015, cuando el rey Salman asumió el poder, según un informe de las Reprieve y European Saudi Organisation for Human Rights.
Bajo el actual liderazgo del país, se aplicaron más de 1.000 condenas a muerte, dijeron las ONGs.
El año pasado Arabia Saudita, uno de los países que más ejecuta en el mundo, ajustició a 147 personas, según el informe.
Solo en marzo de 2022 el país anunció 81 ejecuciones en un solo día por delitos relacionados con el terrorismo.
«La maquinaria saudita de la pena de muerte engulle niños, manifestantes, mujeres vulnerables del servicio doméstico, ‘mulas’ que transportan droga sin saberlo y personas cuyo único ‘delito’ era tener libros prohibidos o hablar con periodistas extranjeros», dijeron desde las ONG.
TRIBUNA ABIERTA