Tiene un papel escrito que dice que fue por ella, será periciado.
A seis meses del fallecimiento de la ensayista e intelectual Beatriz Sarlo, se judicializó la disputa por su patrimonio.
El encargado del edificio donde residía, Melanio Alberto Meza López, se presentó ante la Justicia con un testamento ológrafo en el que Sarlo le habría legado su departamento en el barrio porteño de Caballito y el cuidado de su gata Nini.
La autenticidad del documento será sometida a una pericia caligráfica.
Se trata de dos textos manuscritos en una misma hoja, que incluyen números de documento y firmas. Uno está fechado el 9 de junio de 2024 y dice: “Yo, Beatriz Sarlo […] quiero dejar certificada mi voluntad de que, en caso de mi desaparición u otro accidente, mi gata Nini deberá quedar a cargo de Alberto Meza […]. Certifico con mi firma”.
El segundo texto, fechado el 2 de agosto, expresa: “Alberto Meza quedás a cargo de mi departamento después de mi muerte y también quedás a cargo de mi gata Nini, que te aprecia tanto como te aprecio y valoro yo. Beatriz Sarlo”.
La causa tramita en el Juzgado Civil N° 91, a cargo del juez Carlos Hugo Goggi. En el expediente consta la siguiente resolución: “En este contexto, en virtud de los argumentos expuestos por el peticionante Meza López y lo dictaminado por el Sr. Fiscal, teniendo en cuenta que era de público conocimiento que la causante de autos se encontraba separada de hecho sin voluntad de volver a unirse con su cónyuge, entiendo que corresponde acceder a lo solicitado, excluyendo al Sr. Sato del derecho hereditario en las presentes”.
Alberto Sato Kotani, exmarido legal de Sarlo, casado con ella desde 1966 y con residencia actual en Santiago de Chile, apeló esa decisión ante la Sala E de la Cámara Civil. Según consta en la presentación judicial de Meza López, realizada por el abogado Carlos Somaglia, Sarlo no tuvo descendientes y estuvo separada de hecho de Sato desde hacía más de cinco décadas. La presentación también indica que convivió con Rafael Filippelli desde 1984 hasta el fallecimiento de éste en 2023, y que adquirió el inmueble en 2004 declarando estado civil soltera.

En el expediente figura que Meza López fue quien internó a Sarlo en el Sanatorio Otamendi a pedido de la propia autora, y quien asistió a su velatorio en el CeDInCI. En el octavo piso del edificio de la calle Hidalgo sólo existe el departamento “A”, a diferencia de lo que figura en algunos documentos. Según vecinos del lugar, Meza López continúa desempeñándose como encargado del edificio.
La disputa por el patrimonio involucra además al círculo más cercano de la escritora, entre ellos Sylvia Saítta, Adrián Gorelik, David Oubiña, Adriana Amante, Hugo Vezzetti, Ada Solari y Graciela Silvestri, quienes impulsaban junto a Sato la creación de un fideicomiso cultural. Según se informó, el objetivo era vender las propiedades de Sarlo para financiar una fundación cultural, aunque no se detallaron públicamente los lineamientos del proyecto.
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