Santo en la Web y en la Red

7 de septiembre, 2024

BRASIL. 1.200 detenidos. Los partidarios del ex presidente Bolsonaro tomaron los edificios de los tres poderes en Brasil. El presidente Lula repudió la toma.

Bolsonaro se desligó de responsabilidad en los hechos.

Las fuerzas del Gobierno de Brasil retomaron el control de los edificios de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial en la ciudad de Brasilia, que habían sido tomados por manifestantes a favor del ex presidente Jair Bolsonaro. La policía militar confirmó que hay al menos 200 detenidos.

Los miles de simpatizantes radicalizados causaron destrozos de instalaciones y mobiliarios en la capital del país y las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos para restablecer el orden.

Primero retomaron la sede del la Suprema Corte Federal, después el Congreso y por último el Planato, la sede del Ejecutivo.

El ministro de Justicia, Flavio Dino, confirmó que se incautaron unos 40 autobuses por haber sido utilizados para trasladar a manifestantes de otros estados a Brasilia.

El presidente Lula Da Silva decretó la intervención federal de Brasilia para que actúen fuerzas miliares hasta el próximo 31 de enero, mientras que llamó “fascistas” a los responsables y aseguró que serán castigados.

“Quien haya hecho esto será encontrado y castigado. La democracia garantiza el derecho a la libre expresión, pero también exige que las personas respeten las instituciones. No hay precedente en la historia del país de lo que hicieron hoy. Por eso deben ser castigados”, expresó el mandatario a través de su cuenta de Twitter.

Por su parte, el ex jefe de Estado, Jair Bolsonaro, criticó “las depredaciones e invasiones de edificios públicos” y negó las acusaciones en su contra, que lo apuntaban como responsable de organizar los levantamientos. “Repudio las acusaciones, sin pruebas, que me atribuyó el actual jefe del Ejecutivo de Brasil”, dijo.

En otro mensaje enviado en sus redes sociales, escribió: “A lo largo de mi mandato, siempre estuve dentro de la Constitución, defendiendo y respetando las leyes, la democracia, la transparencia y nuestra sagradas libertades”.

Además, luego de que se controlaran las invasiones, el secretario de Seguridad del Distrito Federal de Brasilia, Anderson Torres, aliado bolsonarista, fue destituido de su cargo.

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