Hay 46 desaparecidos.
42 muertos y 46 desaparecidos dejó en el sur de Brasil el paso de un devastador ciclón, que afectó a unas 150.000 personas, especialmente la localidad de Muçum.
En el cementerio de Muçum, en el estado de Rio Grande do Sul, comunidades y familiares cargaban ataúdes en medio del barro.
Las abundantes lluvias y fuertes vientos arrancaron lozas de piedra de varias toneladas y destaparon tumbas.
Muçum era la localidad más golpeada por las inundaciones y deslaves causados por el ciclón, en el peor desastre natural en la historia de Rio Grande do Sul.
El acceso a la localidad estaba restringido, mientras las autoridades seguían las labores de búsqueda.
El papa Francisco expresó su solidaridad con las comunidades afectadas, según un telegrama en portugués de la oficina del secretario de Estado del Vaticano.
El pontífice “ofrece votos por el descanso eterno de las víctimas fatales así como oraciones por las familias sin hogar, deseando que la reconstrucción de las localidades afectadas ocurra de manera rápida y eficaz”.
El ciclón, que afectó 88 localidades en Rio Grande do Sul, causó prejuicios económicos por más de 1.300 millones de reales (270 millones de dólares).