Un grupo de manifestantes, calculado entre 35 mil personas, pidiendo la renuncia del presidente temer atacaron a piedrazos los edificios ministeriales situados a lo largo de la explanada que conduce a Al Congreso en Brasilia. Además una vez que lograron entrar al Ministerio de Agricultura lo prendieron fuego una sala.
Para aplacarlos, el Gobierno envió tropas federales.
El ministro de Defensa, Raúl Jungmann, señaló que “es inaceptable el vandalismo, que es inaceptable el descontrol, y que no permitirá que esos actos perturben un proceso que se desarrolla de forma democrática y con respeto de las instituciones”.
En Río de Janeiro, la policía respondió con gases lacrimogenos ante una protesta sindical de empleados públicos por el aumento previsional del descuento aplicado a sus salarios.
