Ya había despedido a militares afectados a la seguridad del Palacio del Planalto.
El Gobierno de Lula da Silva en Brasil desplazó de sus cargos a 18 jefes de la Policía Federal (PF) y a 26 de los 27 superintendentes regionales de la Policía Caminera Federal (PRF).
Después de haber despedido a militares afectados a la seguridad del Palacio del Planalto tras los ataques golpistas del 8 de enero.
Previo a estos cambios dentro de la Policía, el Gobierno de Lula había modificado los gabinetes de seguridad encargados de custodiar el Palacio del Planato, sede de la Presidencia, y el Palacio de la Alvorada, la residencia oficial, tras los ataques golpistas.
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