Si el jefe de prensa de la campaña de Lula, Edinho Silva, se comunicó el ministro de la Casa Civil (jefe del gabinete) de Bolsonaro
El medio de piquetes en rutas comandados por camioneros ultraderechistas, el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, inició las negociaciones para organizar su equipo de transición luego de haber derrotado en el balotajeal mandatario Jair Bolsonaro, quien aún no reconoció la derrota.
El jefe de prensa de la campaña de Lula, Edinho Silva, dijo en un comunicado que llamó por teléfono al ministro de la Casa Civil (jefe del gabinete) de Bolsonaro, Ciro Nogueira, quien “de inmediato se dispuso a conducir el proceso de transición representando al actual gobierno”.
Silva destacó la postura “republicana y democrática” del ministro y afirmó que derivó la información a la coordinadora general de la campaña de Lula, la diputada y presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann.
La ley establece que 48 horas después de la elección debe inscribirse un equipo de transición de hasta 50 personas, pero el Gobierno de Bolsonaro no había dado señales.
En el bunker de la campaña de Lula se barajaban varios nombres para el comando de la transición, como el vicepresidente electo Geraldo Alckmin; la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, y el exministro Aloizio Mercadante, coordinador del programa de Gobierno.
Más de 52 rutas registraron alrededor de 140 bloqueos con piquetes y quema de neumáticos por parte de camioneros autónomos aliados de la extrema derecha, en reclamo del no reconocimiento del resultado del balotaje, considerado transparente por los aliados del jefe del Estado, entre ellos el gobernador electo de San Pablo, Tarcisio de Freitas, del partido Republicanos.
El senador Flavio Bolsonaro, uno de los hijos del presidente, reconoció la derrota indirectamente, agradeciendo a los electores de su padre y diciendo que no hay que “desistir de Brasil”.
Bolsonaro mantuvo reuniones con sus hijos y varios colaboradores cercanos en el Palacio del Planalto, sede del Gobierno, mientras crecían rumores de todo tipo, incluso de que había dejado de seguirse con su mujer en la red social Instagram, según el diario O Globo.
Lula mantuvo una serie de conversaciones con líderes mundiales.