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26 de julio, 2024

Carlos III. Desalojó de Windsor la estilista y amiga plebeya de Isabel II.

Pero le dio otra casa a cambio que no escriba un tercer libro autorizado por su madre.

Angela Kelly, la estilista y mano derecha de la reina Isabel II durante más de veinte años abandonó la casa que la reina le cedió en los terrenos de Windsor.

Carlos III la obligó a hacerlo, incumpliendo la voluntad de su madre. El objetivo de Carlos es «adelgazar» el número de personas con privilegios reales.

Ha realojado a Angela en una casa cerca de Sheffield a cambio de que ésta no vuelva a desvelar ningún detalle más sobre los años que pasó con Isabel II, tras los dos libros que público en los últimos años.

La mudanza de Angela Kelly fue con camiones que se llevaron las cosas de su cottage de Windsor. La antigua estilista de Isabel II contó con la ayuda de algunos sobrinos y nietos.

Desde la muerte de Isabel II, en septiembre de 2022, se cambiaron las cerraduras de los apartamentos de la reina, para que Angela no pudiera acceder, mientras la línea profesional de su teléfono era desconectada.

Se le rogó que abandonara el «cottage» de Windsor, en el que vivía desde hacia un tiempo.

La reina la estimaba hasta tal punto que creo expresamente el título de «asistente personal, consejera y conservadora de su majestad» para ella.

Nadie estaba tan cerca de Isabel como ella.

Carlos III le ha ofrecido a Kelly el usufructo de una casa en Peak District, un parque nacional en el norte de Inglaterra, entre Manchester y Sheffield. Es lo que se llama una «casa de gracia», que retornará a la Corona cuando Angela muera.

Pero Angela ha tenido que entregar algo cambio un acuerdo de confidencialidad, que le impide divulgar públicamente su amistad con la reina fallecida además de cualquier otra relación con los Windsor.

Ya no podrá utilizar esta parte de su vida para fines comerciales, como había hecho hasta ahora, con la publicación de dos libros, en los que contaba su relación con la reina. Isabel II le había permitido hacerlo.

Kelly tenía la autorización de la difunta reina para escribir un tercer libro, pero Carlos III se lo ha impedido.

La propia estilista anunció en su cuenta de Instagram que abandonaba Windsor, y escribía. «Soy demasiado vieja para preocuparme de quién me quiere y quién no. Tengo cosas más importantes que hacer».

Un vocero de Palacio aseguró que el rey Carlos III no era una persona «sin corazón», a pesar de los rumores que habían circulado en los últimos meses acerca de Angela Kelly. «

Su majestad no quiere ver a nadie sin casa, especialmente alguien que ha sido tan leal», añadía.

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